Posted by : Gonzalo jueves, 9 de julio de 2009



Una cita atribuida a San Cirilo de Jerusalén es el texto el más a menudo suele justificar la innovación. Este texto con cuidado ha sido corregido en un número de las extensiones de propaganda, artículos, y editoriales que tuvieron la intención de introducir esta practica. Los ejemplos pueden ser encontrados en el editorial del Universo de Londres, que ya ha sido citado, también en un folleto producido por la Sociedad de Verdad Católica de Inglaterra y País de Gales, y en el folleto Toman y Comen producido por la Federación [americana] de Comisiones Diocesanas Litúrgicas. El texto completo, sin embargo, está contenido en el folleto el Cuerpo de Cristo producido por el Comité de los Obispos de los Estados Unidos contra la Liturgia.

San Cirilo era un obispo de Jerusalén en el siglo IV y es distinguido principalmente para la gran serie de conferencias [catecheses] que él entregó a los candidatos que debían ser Bautizados en la Pascua [probablemente en el año 350]. Las conferencias introductorias y dieciocho catecheses subsecuentes son documentos clásicos teológicos, conteniendo una presentación excepcionalmente clara . Algunos manuscritos en los cuales estas conferencias han llegado hasta nosotros también contienen cinco remotas conferencias, supuestamente entregadas a la misma audiencia durante la Semana Santa, en la cual los candidatos fueron presentados a los grandes misterios Sacramentales de Bautismo, Confirmación, y la Eucaristía [de ahí llaman el Mystagogical a estas cinco conferencias Catecheses]. Los manuscritos de forma diversa asignan el Mystagogical Catecheses a autores otros que San Cirilo; escritores posteriores simplemente los añaden a la colección más temprana de conferencias y los consideran como auténtico. Los eruditos modernos son divididos sobre su autenticidad. [Un resumen(sumario) bueno del estado presente de opinión puede ser encontrado En Quasten, Patrology III, 364/5.] En cualquier caso, esto es una de las conferencias dudosas que con frecuencia es tan citada hoy para justificar la Comunión en la mano. Sin embargo, para el objetivo de argumento, puede ser aceptado como genuino. Además, los rasgos que San Cirilo describe son, como mostrarán, corroborados por otras fuentes patrísticas. Será notado, cuando la cita(cotización) entera es citada, que el autor expone una creencia claramente definida y convincentemente argumentada en la naturaleza esencialmente expiatoria de la Misa y en la realidad llena sustancial de la presencia de Cristo en la especie sagrada.

Aquí está el paso en lleno [en una traducción original]: " Acercando por lo tanto, no avance con las palmas de las manos separadas, ni con los dedos aparte, pero fabrique con el izquierdo [la mano] un trono para el derecho ya que esta mano está a punto de recibir al Rey. Haciendo el hueco de palma, reciba el Cuerpo de Cristo, añadiendo 'Amén'. Entonces. con cuidado santificando los ojos por tocándolos con el Cuerpo santo, tómelo, asegurando que usted no pierde ningún de ello. Ya que si usted pierde alguno, usted claramente sufriría una pérdida, como era, de uno de sus propios miembros .¿Dígame, si alguien le diera el oro en polvo, no le tomaría usted con cada cuidado posible, asegurando que usted no pierde ningún de ello o sostiene alguna pérdida? ¿Entonces no será mucho más cauteloso usted para asegurar que no una miga desaparece del que que es más precioso que el oro o piedras preciosas?


“Entonces, después de que usted ha tomado el Cuerpo de Cristo, ha avanzado sólo para la taza de la Sangre. No estírese sus manos pero dóblese bajo como si haciendo un acto de reverencia y un acto profundo de veneración. Diga 'Amén'. y santifíquese por tomando la Sangre de Cristo también. Mientras la humedad es todavía sobre sus labios, tóquelos con sus manos y santifique sus ojos, su frente, y todos sus otros órganos sensoriales. Finalmente, espere el rezo y dé gracias a Dios, que le ha considerado digno de tales misterios. "

La práctica de tocar los órganos sensoriales con el Anfitrión y untarlos con la Sangre preciosa podría ser pensada inofensiva, si una bagatela impar, pero ello claramente tuviera peligros inherentes. Esto podría conducir a un extravagante, quizás supersticioso, la devoción al Anfitrión particular recibido por el comulgante y a la remota piedad extravagante. Esto era de verdad que realmente pasó, y la práctica de en realidad para besar al Anfitrión se hizo extendida. San Cirilo comparó untar de los órganos sensoriales con la Sangre del Cordero inmolado en la Eucaristía, a untar de las jambas de la puerta de los judíos cautivos en Egipto con la sangre de un cordero matado. Él consideró que tal como esta práctica protegió a los judíos, entonces untar de los órganos sensoriales prevendría el mal destructivo de tentación sensorial que entra por ellos.

Más lejos otro obispo proporciona pruebas de la amplia extensión geográfica de esta práctica extraña de la primera mitad del quinto siglo. Theodoret, obispo de Cyrrhus en Siria, que confirma que el exceso de besar al Anfitrión era ya en el empleo:

Habría que considerar como durante los misterios sagrados tomamos los miembros del Esposo, los besamos, los abrazamos y los aplicamos a nuestros ojos. "

Esto no era ninguna extravagancia aislada. La práctica de besar al Anfitrión, hecho posible por su recepción en la mano y conducir a una teología deformada de la Verdadera Presencia, persistió al menos abajo al final del siglo VIII. Nuestro testigo(testimonio) es San Juan de Damasco [675-749]:

“Déjenos recibir el Cuerpo del crucificado, y la aplicación de ello a nuestros ojos, nuestros labios, y la frente, dejarnos tomar el carbón Divino ardiente. " 15

Es apenas sorprendente que, en vista de tales excesos, el Espíritu Santo debería haber incitado un cambio, p. ej., la colocación del Sacramento Bendito sobre la lengua, asegurar la reverencia apropiada y el decoro. A mediados del decimotercero siglo, esto era ya una tradición firmemente establecida que sólo que había sido consagrado alguna vez debería venir al contacto con el Sacramento Bendito. San Tomás de Aquino [1225-1274] escribe:

" La distribución del Cuerpo de Cristo pertenece al sacerdote para tres motivos. Primero, porque, como fue dicho susodicho, él consagra en la persona de Cristo. Pero como Cristo consagró Su Cuerpo en la Cena, tan también Él lo dio a otros para ser tomados por ellos. En consecuencia la consagración del Cuerpo de Cristo pertenece al sacerdote, tan de la misma manera hace la distribución le pertenece. En segundo lugar, porque el sacerdote es el intermediario designado entre Dios y la gente, de ahí como esto le pertenece para ofrecer los regalos de la gente a Dios, entonces esto le pertenece para entregar los regalos consagrados a la gente. En tercer lugar, porque de la reverencia hacia este Sacramento, nada lo toca, pero que es consagrado, de ahí el cabo y el cáliz son consagrados, y de la misma manera las manos del sacerdote, para tocar este sacramento. De ahí no es legal para alguien más para tocarlo, excepto de la necesidad, por ejemplo, si se cayera sobre la tierra(razón), o sea en algún otro caso de urgencia. "

La propaganda a favor de la Comunión en la mano contiene un número de reclamaciones en el sentido de que la ordenación no confiere ningún privilegio especial sobre sacerdotes en cuanto al manejo del Sacramento Bendito. Así es declarado en Toman y Comen esto:

" Mientras en veces recientes el gran énfasis ha sido colocado sobre la santidad de las manos del sacerdote, debe ser notado querl ungir de las manos en la ordenación no puede ser unido(conectado) con un privilegio especial de tocar la Eucaristía. "

Merece notar que el rito de ordenación tradicional encontrado en el Pontifical contiene la advertencia siguiente en el precio(la carga) entregado por el obispo al ordinando:

“Realice lo que usted hace, se modele sobre lo que usted se maneja, y como usted celebra el misterio de la muerte del Señor mirar que sus cuerpos están totalmente muertos para cada impulso carnal. "
También Juan Pablo II declara:
"Tocar las Sagradas Especies y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio de los ordenados"(Dominicae Cenae,11).



Esto es una referencia clara al hecho que el ordenando pronto manejará el Cuerpo de Cristo, que es hablado de como un privilegio. Si permitieran a cada Católico manejar el Sacramento Bendito, no habría mucho punto en la fabricación de la referencia específica a ello aquí. El folleto Toma y Come sigue:

Ungir de las manos simboliza el ministerio público del sacerdote de servicio a otros. " [!]

¿Esto es verdad? Sería interesante tener una fuente citada para este pedazo de tonterías. ¿Los carteros, doctores, basureros, profesores, barrenderos, y las fuerzas armadas todos realizan " un ministerio público de servicio a otros "-----quizás ellos deberían tener sus manos ungidas?

El folleto Toma y Come sigue:

" Más recientemente, el comisionar del laicado como los ministros extraordinarios de Comunión se fija nuestra atención en la teología de Bautismo y la consagración a Dios allí efectuado. "

Esto realmente es tan absurdo que es difícil de creer que es querido para ser tomado en serio. ¡El abuso escandaloso de poner a los ministros de la Sagrada Comunión cuando no es necesario prolifera aquí, allí, y por todas partes, y a veces administran la Comunión mientras el clero se sienta -----ahora es citado para justificar el abuso de Comunión en la mano! Por lo visto, la situación podría ser invertida, y alguien oponiendo para poner a los ministros de Sagrada Comunión [como cada Católico debería oponerse] hará callar por informando que, como el laicado recibe la Comunión en la mano, no puede haber ninguna objeción al laicado que lo administra.

Esto proporciona un examen más detallado de la falta de profundidad y la falta de honradez de la propaganda producida por varios a favor de la Comunión en la mano más tarde.

La discusión hasta ahora puede ser resumida así: es aceptado, por el argumento, que una forma de Comunión en la mano, aunque no la forma presente, realmente existió en la Iglesia durante los setecientos u ochocientos primeros años de su historia, aunque conocieran la práctica de colocar al Anfitrión sobre la lengua al menos tan pronto como el sexto siglo. A no ser que nosotros creamos que el Espíritu Santo abandonó la Iglesia durante 1,000 años, debemos aceptar el hecho que, bajo Su dirección, una tradición desarrolló esto: que sólo las manos consagradas de un sacerdote podrían tocar a El.

Tomado de la web.

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